- El doctor Salazar le entregó un reconocimiento a su trayectoria y aseguró que su legado permanecerá vivo
El rejoneador español Pablo Hermoso de Mendoza se despidió de la Plaza de Toros La Jerezana, por la puerta grande, con la ovación del público que coreaba su nombre, tras cortar las dos orejas y el rabo a un buen toro de nombre cirujano; además se llevó el reconocimiento de la afición y autoridades, que le entregó el doctor José Humberto Salazar Contreras.
En lo que fue su última tarde en tierras zacatecanas, Hermoso de Mendoza salió a hombros, acompañado del caballista queretano Tarik Othón, quien cortó ambas apéndice a su primer enemigo de nombre Galeno y una más al que cerró plaza llamado Bolillo, mientras que el joven Mario Sandoval no tuvo suerte en su única oportunidad, ante un toro complicado y tras mostrarse voluntarioso, saludó desde el tercio.
En su segunda aparición, el llamado Mejor Rejoneador del Mundo, nuevamente logró una lucida faena a Rondeño, misma que no pudo redondear con el acero y tras la dificultad para meter el rejón de muerte y despachar al primer intento de descabello, no pudo incrementar, los premios.
Antes de que el clarín indicara la apertura por vez primera de la puerta de toriles, el alcalde José Humberto Salazar Contreras reconoció la trayectoria de Pablo Hermoso de Mendoza, a quien consideró como una auténtica figura mundial, un embajador de la fiesta brava y un referente indiscutible en el rejoneo; “hoy celebramos su carrera, con la certeza de que su legado permanecerá por siempre”, dijo el doctor Salazar, quien agradeció el hecho de que Hermoso de Mendoza haya escogido a Jerez, para su despedida en el estado de Zacatecas.